El termino
bullying deriva de la palabra inglesa Bull (Toro) y aunque no tiene una traducción
directa al español, los expertos en el tema han decidido definirlo como “la intimidación
y maltrato entre escolares, de forma repetida y mantenida, casi siempre lejos
de los ojos de los adultos, con la intención de humillar y someter abusivamente
indefenso por parte de uno o varios victimarios a través de agresiones físicas,
verbales y o sociales, con resultados de victimización psicológica y rechazo
grupal”.
Actualmente los
conflictos entre niños o adolescentes son el “Pan de cada día”, y que la
violencia en el mundo es algo que permea todos los niveles y ámbitos sociales. Los niños y adolescentes están en constante
contacto con la violencia, a través de la televisión, los video juegos, al oír
hablar a las guerras eternas entre países, los conflictos religiosos o étnicos,
o simplemente la viven dentro de casa, ya sea del padre hacia la madre o
viceversa, o bien, de estos hacia sus hijos.
Por eso no
resulta extraño que el fenómeno del bullying se haya vuelto algo común, pero no
por eso aceptable.
Sin embargo, no
cualquier tipo de violencia generado en el interior de la escuela, puede ser
considerado bullying, para que este exista debe cumplirse ciertos requisitos, señalado
por Olweus (primer investigador de este fenómeno):
·
Existir
desequilibrio entre víctima y agresor.
·
Haber
frecuencia y duración del maltrato. Mínimo
una vez por semana y durante seis meses.
·
Intencionalidad
del agresor que busca tener beneficio material o personal.
·
Pretensión
de causar daño.
Y hay quienes
agregan:
·
Que
se dé sin provocación de la víctima.
·
Que
cause daño emocional.
Respecto a la
frecuencia, resulta cuestionable si debe pasar o no seis meses de ser acosado
para decir que se es víctima de bullying, pues basta con que este sufra
repetidamente violencia de parte del mismo agresor para que su autoestima se
vea dañada.
Enlace: http://espanol.stopbullying.gov/